Me siento tranquila, en paz, reconfortada, positiva, feliz, pausada. Sentada frente al ordenador, respirando conscientemente, intento buscar las palabras que expresen mis sensaciones en este momento.
Hoy quiero hablaros de un regalo que me he encontrado esta mañana en mi bandeja de entrada, un e-mail del 7 de enero de este año. Andaba yo rebuscando correos para borrar, en un afán hiperactivo de esos que me dan por limpiarlo todo, y más incluso en estas fechas de cambio de armarios, cuando de repente me encuentro un correo con datos adjuntos de hace unos meses, de una persona que me enseñó mucho, y de la que suelo borra poco. Veo que le respondí agradeciendo su entrega, pero por lo que veo, no sé si leí lo que me mandó porque no lo recuerdo. Pero lo que sí sé es que era un regalo que nos enviaba a u grupo de personas. Y pienso, «seguro que es interesante, voy a descargarlo». Y que me encuentro, mi tesoro de hoy, El mundo amarillo de Albert Espinosa.